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La nueva película Traffic es un largo y creativo examen de la llamada "guerra contra las drogas" en los Estados Unidos y México. La trama entrelaza varias historias: policías mexicanos que patrullan las calles de Tijuana; agentes de la DEA que persiguen traficantes de drogas en el sur de California; el idealista y recién nombrado jefe de la Oficina Nacional de Política para el Control de Drogas que se enfrenta al mundo de la política en Washington; y los adolescentes privilegiados que experimentan con narcóticos en la sección centro-occidental del país. Todos esos relatos crean un peligroso, frustrante y a veces contorcionado mosaico de una lucha que es eminentemente necesaria para poner fin a la importación y abuso de drogas ilegales en los Estados Unidos.

Para muchas personas en Estados Unidos, una película como Traffic representa una sorpresiva introducción al enorme ámbito del problema de drogas en la nación. Para Julio Mercado, Sub-Director de la DEA (la agencia federal a cargo de la ejecución de leyes contra dogras), es prácticamente una lista de los trabajos que ha desempeñado y los desafíos con los que ha tenido que lidiar durante toda su carrera.

Mercado, de 51 años, ha pasado su vida de adulto -- incluyendo más de 20 años con la DEA -- dedicado a la erradicación de las drogas de las calles y del alcance de nuestros hijos. Nacido en Puerto Rico, es uno de los funcionarios de la ley y el orden más altos en la nación. Contrario a muchos nombramientos políticos, Mercado no es un administrador de carrera. Ha trabajado en todos los niveles obteniendo experiencia sobre los riesgos y recompensas de las operaciones en localización, así como el respeto de sus compañeros.

La carrera de Mercado lo ha llevado a desempeñarse en posiciones claves en el mundo del tráfico de drogas en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Se graduó con un grado en justicia criminal de John Jay College en la ciudad de Nueva York y entró al campo de la ley y el orden como policía en el Departamento de Policía de Nueva York. Ese trabajo lo llevó a entrar a la DEA, fundada por el Presidente Nixon en 1972, como agente especial en Nueva York y San Juan y más tarde como Supervisor de Grupo en las oficinas locales de la DEA en McAllen, Tejas.

Sus años como agente de campo le han conferido pleno conocimiento del tráfico de las drogas en las calles. "Uno se despierta temprano en la mañana para perseguir a un traficante de heroína hasta que se va a dormir en la noche", comenta sobre su trabajo. "En esas horas se descubre quiénes son sus amigos, a quién llama por teléfono, los restaurantes y todos los demás lugares que visita".

Mercado también cuenta con valioso conocimiento de la dimensión internacional del tráfico de drogas, el cual se ha expandido tremendamente en las últimas dos décadas. Una de sus investigaciones sobre el tráfico de heroína a comienzos de la década de los años 80 lo llevó hasta El Líbano, que hasta entonces nunca se había destacado como una fuente de drogas ilegales. Hoy organizaciones de criminales en el Medio Oriente, así como en el sudeste asiático y latinoamérica, controlan directamente la importación y distribución de la heroína, la cocaína y otras drogas en los Estados Unidos.

"Cuando muchos norteamericanos expresan frustración sobre los problemas del tráfico de drogas y crímenes violentos en sus comunidades", dijo Mercado a un comité del Congreso en 1997, "enfocan su atención sólo en lo que pueden ver: el distribuidor de "crack" en la esquina de la calle, o el oficial policíaco asesinado que se anuncia en el noticiero de la noche. Pero muy pocas veces asocian esa realidad con una extensión del crimen organizado en otros países".

Julio Mercado llegó a Washington en 1990 para asumir una posición administrativa, después de haber participado en más de 700 redadas de drogas. En un principio se desempeñó como Coordinador de Personal para la Sección de Heroína en la sede de la DEA. Dos años después pasó a convertirse en Sub-Jefe de Operaciones Especiales en la DEA.

En 1995 Mercado fue transferido a San Juan para ayudar en el establecimiento de la nueva División del Caribe, una de 21 divisiones regionales de la DEA a través de todos los Estados Unidos. Durante este tiempo en Puerto Rico, se desempeñó como Asistente al Agente Especial Encargado, dejándolo así en la segunda posición de control de toda la división.

En 1997 ascendió a la terriblemente desafiante y pública posición de Agente Especial Encargado de la División de la DEA en Dallas, que incluye unos 300 agentes e investigadores con jurisdicción sobre la mayor parte del norte de Tejas y Oklahoma. Esta región, sede del segundo aeropuerto más grande y varias de las principales autopistas interestatales, ha sido denominada como la encrucijada de los traficantes de drogas en los Estados Unidos. De acuerdo con un sargento de narcóticos en el Departamento de Policía de Dallas: "Es más fácil distribuir drogras desde Dallas que desde cualquier otra parte del país".

Para complicar las cosas aún más, Mercado aceptó la posición en momentos en que la División de Dallas se encontraba en medio de luchas y escándalos internos ante la creciente especialización de los carteles internacionales de drogas. Sin embargo, llegó al trabajo bien provisto con mucha experiencia y una excelente reputación. Un colaborador de WATCH, el sitio de Internet de la DEA dedicado a intercambio de opiniones entre los funcionarios, escribió: "Julio Mercado es un gran hombre y buen administrador, con la fortuna de ser un agente ‘de la vieja escuela’ que cree en el pleno desempeño de sus responsabilidades en el trabajo".

Con Mercado a la cabeza, la División de Dallas pudo cambiar el patrón de mala administración y estadísticas de arrestos y incautaciones ineficientes. En 1998, su primer año completo como Agente Especial Encargado, logró un aumento de 400% en las incautaciones y reposesión de drogas en el norte de Tejas. Se realizaron también una serie de arrestos relacionados con heroína en el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth, un lugar clave en las operaciones del narcotráfico. En 1999, bajo la supervisión de Mercado, al norte de Tejas se le otorgó alta prioridad declarándose como un área de alta intensidad de narcotráfico, designación que permitió el flujo de los fondos federales que se necesitaban.

El 22 de marzo del 2000 el Presidente Clinton nombró a Julio Mercado como Sub-Director de la DEA. Esta posición lo ubica en el segundo puesto de control de una agencia federal que cuenta con un presupuesto de mil millones de dólares y funcionarios de campo y agentes por todo el mundo.

Mercado anunció recientemente la satisfactoria conclusión de la operación "Journey", una investigación internacional muy abarcadora sobre un grupo de narcotraficantes en la que se requirió la cooperación de tres agencias norteamericanas que operan contra el narcotráfico y las autoridades en 12 países. Esto culminó con la incautación de casi 25 toneladas de cocaína y el arresto de 43 sospechosos, incluyendo los supuestos jefes de todo el grupo. Mercado, admitiendo que los grupos de narcotraficantes organizados en la actualidad son simplemente "demasiado poderosos para ser contrarrestados por una sóla nación", aplaudió el esfuerzo cooperativo.

"La operación "Journey" es uno de los mejores ejemplos en tiempos recientes del trabajo en conjunto de agencias de la ley y el orden", dijo. "Se logró un ataque muy importante contra una de las principales organizaciones de transporte de drogas involucrada en el contrabando de múltiples toneladas de drogas... por lo menos en unos 12 países".

Poco después de la operación "Journey" Mercado anunció otra redada de gran importancia que llevó al arresto de 45 personas y la incautación de 10 toneladas de cocaína. Hablando a los reporteros resumió el propósito de su larga y fructífera carrera. "Esta noche muchos padres en Europa y los Estados Unidos pueden descansar mejor," dijo, "ya que estos narcotraficantes no podrán seguir haciendo daño a sus hijos".