PUERTO RICO HERALD: Medalla de Bronce se confiere a un puertorriqueño por heroismo en la Guerra de Corea

El 24 de octubre de 2001, medio siglo después del acto de heroismo y al otro lado del mundo de donde ocurrió, Carlos Betances, un Teniente Coronel retirado del Ejército de 91 años y enfermo, recibió el reconocimiento de uno de los galardones más altos por heroismo que se confieren en el país: la Medalla de Bronce. El Presidente William Jefferson Clinton, antes de abandonar la Casa Blanca, autorizó el otorgamiento de la medalla al puertorriqueño por sus acciones durante la Guerra de Corea, según los detalles que ofrecieron testigos oculares.

La citación que acompaña la medalla observa: "Por servicio excepcionalmente meritorio durante sus labores con el 2do Batallón del Regimiento del 65 de Infantería. Cuando el fuego enemigo pegó contra una enorme exterminadora que iba siendo conducida por un soldado, el Teniente Coronel Betances dio órdenes de parar su Jeep y, bajo intenso fuego enemigo, sin tomar en cuenta el riesgo a su propia vida, personalmente sacó al conductor de la exterminadora y lo ayudó a ponerse a salvo".

En la ceremonia en Merritt Island, Florida, a la cual concurrió su esposa Ester y otros miembros de su familia, Betances, que se encuentraba en cama, recibió la medalla de manos del Coronel James Crowe de la Base Patrick de la Fuerza Aérea. Según el Sargento Héctor Cortez, también presente en la ceremonia, "El Teniente Coronel Betances rápidamente tomó la bandera de los Estados Unidos y sus ojos se llenaron de lágrimas a medida que se leía la citación".

El Teniente Coronel Betances fue comandante del 2do Batallón del Regimiento del 65 de Infantería, adjunto a la 3ra División de Infantería durante la Guerra de Corea. El Regimiento del 65 de Infantería, que se lo conocía como "Borinqueneers", consistía mayormente de soldados puertorriqueños y su valor durante el conflicto bélico que duró tres años es hoy legendario. La unidad fue organizada y capacitada en Puerto Rico y se envió a la sangrienta península coreana en agosto de 1950. Su nombre, sacado de la cultura india borinqueña, los nativos de Puerto Rico, fue acordado por sus propios miembros cuando se encontraban en ruta hacia el conflicto en un barco de las tropas.

Cuando el Regimiento del 65 de Infantería llegó a Corea la guerra se encontraba en su etapa más cruenta, primero lucharon contra el Ejército de Corea del Norte y luego contra las numerosas unidades de chinos que cruzaron desde Manchuria a través del Río Yalu. Durante el duro invierno de 1950, cuando la 1ra Division de la Marina se vio obligada a retirarse ante el avance de los chinos, fueron los "combatientes del 65" los que protegieron las líneas de abastos a través de las carreteras y caminos congelados en las montañas, permitiendo así a la Marina poder reagrupar sus fuerzas en Corea del Sur.

Durante el curso de la guerra el 65 de Infantería luchó en nueve importantes campañas y desempeñó un papel vital en varias otras batallas.

Sobrevivientes de la unidad del Teniente Coronel lo han descrito como un oficial "que se preocupaba por sus soldados y siempre estaba listo a dar un poco más de sí mismo con ellos". Sin duda que fueron esos hombres con quienes compartió duros meses y años lo que recordó el viejo soldado mientras sostenía fuertemente contra su pecho la medalla que le fue entregada. Falleció una semana después de la ceremonia. Su familia ha llevado sus restos de vuelta a Puerto Rico para su sepultura; la isla donde nació y el lugar desde donde partió hacia tierras lejanas para ir en defensa de su patria 51 años atrás.

(En los archivos de los Perfiles de Puerto Rico del Herald del año 2000, volumen 4 #26, se encuentra un relato detallado del Regimiento 65 de Infantería en Corea.)