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Click here to see this document in English. El Nuevo HeraldBuscan fortalecer el poder político de los boricuasPor JEANNETTE RIVERA-LYLES
19 de abril de 2002 Con más de 80,000 puertorriqueños residiendo en Miami-Dade, los boricuas son el segundo grupo hispano más numeroso después de los cubanos y tienen el potencial de convertirse en un influyente bloque político. Pero pese a las cifras, a la conveniencia de su ciudadanía americana, y a raíces históricas en la Florida que se remontan a principios del siglo XX, los puertorriqueños no han capitalizado aún en lo que podría ser una gran fuerza política. Actualmente, el único funcionario electo con raíces en la Isla del Encanto es el comisionado del condado de Miami-Dade Jimmy Morales, de padre boricua. Antes de él, la ciudad de Miami tuvo a Maurice Ferré, un hijo de Ponce, como alcalde por cuatro términos. Pero ahí termina la corta lista. Los puertorriqueños se diluyen en el mar de otras comunidades, formando un perfil real pero poco visible. ''Es parte de nuestro `ay, bendito''', declaró Ferré. ''Aceptamos la estructura de poder vigente. ¡Mira nuestra historia!'', afirmó el ex alcalde apuntando a que Puerto Rico nunca ha sido independiente. La isla pasó en 1898 de las manos de Madrid a las de Washington. Este dilema es uno de los temas que se analizarán hoy y mañana en la conferencia El Vacilón Puertorriqueño, en el Auditorio Storer de la Universidad de Miami (UM), en Coral Gables. El proyecto, que coauspicia el Centro de Estudios Latinoamericanos de la UM, fue idea de la cineasta y escritora Frances Negrón Muntaner. ''Hay un flujo significativo de puertorriqueños hacia la Florida, pero es algo que no se ha reconocido aún a nivel institucional'', apuntó la artista. La Florida es el estado donde más rápidamente ha crecido esta población. Por contraste, en Nueva York, de acuerdo con el más reciente censo, sus números mermaron por primera vez desde la década de los años 30. La península floridana es el hogar de más de medio millón de puertorriqueños, dos terceras partes de los cuales viven en Orlando y ciudades adyacentes. ''Necesitamos crear conciencia de esta realidad e involucrarnos más'', señaló Raúl Duany, presidente de PROFESA, una organización de profesionales puertorriqueños con más de 200 miembros, cuya gaceta electrónica reciben otros 1,400. El líder señaló que la idiosincrasia del puertorriqueño hace esa tarea difícil. ''El puertorriqueño no está exiliado, no es un inmmigrante. No hay ninguna diferencia entre un americano que se muda de San Francisco a Texas y un puertorriqueño que se muda a la Florida desde la isla. Si las cosas no le van bien, siempre puede regresar. Esa ventaja, que otros grupos no tienen, se convierte también en nuestro enemigo. No echamos raíces'', señaló Duany. Pero ello no significa que los líderes boricuas hayan tirado la toalla. Organizaciones como la Asociación Nacional de Mujeres Puertorriqueñas (NACOPRW), ASPIRA y otras, están activamente involucradas en forjar líderes. ''Hay mucho potencial joven y eso me da grandes esperanzas'', aseguró la activista puertorriqueña Alicia Baró, una de las fundadoras de NACOPRW. Actividades como la conferencia de este fin de semana, amplió Duany, son parte de un esfuerzo para abrirse y darse a conocer entre otras comunidades. ''Nuestro caso ha sido hasta ahora el del árbol que se cae en medio del bosque. Nadie se entera. Hacemos tremendas actividades, alcanzamos tremendos logros, pero sólo los puertorriqueños se enteran. Estamos trabajando fuerte para que no siga siendo así'', concluyó Duany.
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