Pedro Rosselló transformó el panorama político de Puerto Rico esta semana al anunciar su intención de conseguir un tercer mandato como gobernador en las elecciones del 2004. El anterior gobernador obtuvo el inmediato respaldo de un gran sector del Partido Nuevo Progresista, partidario de la estadidad, e hirientes críticas de sus oponentes políticos en el Partido Popular Democrático, partidario del ELA.
La carrera, como la llaman, finalmente ha comenzado.
La expectación ante un posible regreso de Rosselló ha ido en aumento durante meses, desde que el anterior gobernador rompió su auto-impuesto exilio y comenzó a comentar en público las cuestiones de Puerto Rico. Durante semanas, ha estado dejado caer insinuaciones de que se aventuraría a presentarse otra vez para ocupar La Fortaleza si existiese una sustancial fuente de apoyo por parte del pueblo. En la zona metropolitana de San Juan han aparecido sitios web y pegatinas pidiendo el retorno de Rosselló a casa, así como informaciones de los medios de comunicación sobre los esfuerzos por traer de regreso al anterior gobernador. Pero, no obstante, el anuncio de esta semana cogió por sorpresa a los observadores políticos.
No está claro el porqué Rosselló escogió este momento para anunciar sus intenciones. Podría tener algo que ver con el constante flujo de líderes del PNP a lo largo de los últimos meses viajando a la zona residencial de las afueras de la capital de la nación para visitar al líder de la estadidad en el exilio, que ha estado dando clases en la Universidad George Washington. Lo que está claro es que su anuncio ha echado por tierra cualquier oportunidad que Carlos Pesquera pudiera haber tenido de convertirse nuevamente en el candidato a gobernador, y aún menos en gobernador. Y significa que el PNP presentará al mejor competidor posible en el 2004 frente a la Gobernadora Sila Calderón.
Sus partidarios recuerdan que Rosselló asumió el mandato en 1993 prometiendo cambios radicales y, en muchos sentidos, lo cumplió. Vendió las empresas que perdían dinero, como una empresa de transporte marítimo del gobierno y empresas que comercializaban la piña y el azúcar, también privatizó la compañía de servicio telefónico propiedad del gobierno. Revolucionó el enorme sistema de asistencia sanitaria del gobierno, concediendo a los indigentes sin recursos médicos una cartilla de seguro médico patrocinada por el gobierno que les daba el derecho a recibir asistencia médica en instituciones sanitarias tanto públicas como privadas.
También emprendió enormes proyectos de construcción, mejorando el sistema de carreteras de la isla, poniendo los cimientos de un sistema de metro ligero para el transporte de masas en San Juan y construyendo un enorme viaducto a lo largo de la costa norte de Puerto Rico que ha paliado el crónico problema de la carencia de agua.
Pero eso fue entonces y esto es ahora.
En el día en que Rosselló anunció sus aspiraciones, el Fiscal en Funciones de los EE.UU., Bert García, quizá no por accidente, concedió una poco usual entrevista a los reporteros de los periódicos locales. Convocó la sesión informativa para desmentir las noticias en la prensa local de que quería abandonar, pero se tomó el tiempo para asegurar a los reporteros que las investigaciones de su oficina sobre la corrupción en el sector público seguían en marcha y que estaban previstas nuevas condenas en las próximas semanas o meses.
Rosselló tendrá que responder a las acusaciones de corrupción que realmente han estado molestando al PNP durante los últimos tres años o más. Lo cual es una buena noticia para el partido, porque es la mejor esperanza que queda de poder dejar atrás esos cargos, y obligará al PPD a continuar su campaña anticorrupción, que de hecho podría haber perdido fuerza entre el público para cuando la campaña esté en pleno apogeo. Pero la corrupción llegó hasta La Fortaleza, con la condena por extorsión de la principal ayudante ejecutiva de Rosselló, Maria de los Ángeles "Angie" Rivera, e involucró al incondicional de la administración Rosselló y antiguo Secretario de Educación, Víctor Fajardo. ¿Se verán implicados más antiguos colaboradores en las investigaciones federales que se están llevando a cabo sobre el proyecto del Superacueducto, la supuesta trama de extorsión en el Fondo de Seguros Estatales y otras agencias del gobierno?
El hecho de que Rosselló abordase el tema en la entrevista radiofónica en la que anunció sus aspiraciones a gobernador, demuestra que está preparado para afrontar directamente los cargos de corrupción. "Admito que miembros de mi administración traicionaron al pueblo," dijo Rosselló el martes, añadiendo que se sentía "herido" y "desilusionado" por la corrupción de sus anteriores colaboradores. "Pero la corrupción no es una dolencia de un solo partido. La corrupción se infiltra en nuestra sociedad y requiere de todas nuestras fuerzas para combatirla." El doctor también dijo que emprendería medidas de "medicina preventiva" para tratar de poner fin a la corrupción antes de que se produzca en cualquier administración futura que él pueda dirigir.
Rosselló dijo recientemente que Calderón era tan mal gobernador que "cualquiera" que el PNP presente en el 2004 derrotaría a Calderón. Dijo que su vuelta a la política no tiene su origen en ningún tipo de ambición personal, si no en "el rápido deterioro de la situación en Puerto Rico" y en su capacidad para llevar a cabo los cambios necesarios para poner a Puerto Rico en el buen camino.
La verdad es que desbancar a la gobernadora será mucho más difícil que todo eso. Dependerá en gran parte de lo bien que la administración Calderón funcione durante los próximos dos años, y en si comienza a mostrar resultados concretos de sus programas. También dependerá mucho de la economía estadounidense y global y su efecto sobre la situación local.
Es bueno para Puerto Rico que Rosselló vuelva a presentarse para gobernador. Pesquera actuó como sustituto de Rosselló en las últimas elecciones. Se apuntó el mérito de la oleada de reformas y construcción que remodeló Puerto Rico durante los años de Rosselló, y fue afectado por los casos de corrupción que contaminaron la administración. Es mas apropiado que sea el mismo Rosselló quien se presente para la carrera sobre la base del historial de su administración.
Si las elecciones del 2004 se convierten en un cara a cara entre Rosselló y Calderón, como parece muy posible ahora, es de esperar que el PNP dé una imagen de Calderón como de una gobernadora que "no hace nada" y que el PPD dé una imagen de Rosselló de cabecilla de una banda de ladrones. Tal como están las cosas hoy en día, con una economía renqueante, esa confrontación parece sorprendentemente buena para Rosselló. Muchos residentes anhelan la fuerza económica de los años de Rosselló y desestiman los escándalos de corrupción como el precio a pagar por un gobierno que conseguía que las cosas se llevaran a cabo.
Aunque Rosselló no lo diga, la defensa de su historial pasado tiene mucho que ver con su regreso. Cuando llegue el 1 de mayo, estará aquí para decir que él instigó el acuerdo que consiguió que la Marina abandonase Vieques. Cuando el Coliseum Puerto Rico y el Tren Urbano estén terminados en los próximos meses, Rosselló estará aquí para decir que se trata de iniciativas suyas. Pero él, también, tendrá que responder a las preguntas sobre las tramas de corrupción elaboradas por gente como Fajardo y otros.
No obstante, al final, las elecciones del 2004 serán sobre el futuro y no sobre el pasado. El éxito o fracaso final de Rosselló en su renovado empeño por llegar a La Fortaleza no se tratará de lo que él consiguió entre los años 1993 y 2000, si no lo que él promete hacer por Puerto Rico en el 2004 y en adelante.
Supuestamente, el anterior gobernador está trabajando duramente en la plataforma de su campaña. Gran parte de Puerto Rico estará ansioso por escuchar qué nuevas reformas y proyectos puede contener, así como por oír a Rosselló hablar extensamente sobre la traición de la confianza del pueblo por muchos de sus anteriores colaboradores.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |