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Don Luis Ferré es la Persona del Año del 2003 del Herald
En la encuesta de los Temas Candentes en la última edición del 2003 del Herald, los lectores seleccionaron a Luis Antonio Ferré Aguayo como el Puertorriqueño del Año, por un muy estrecho margen de un punto porcentual del total de la votación.
Esta semana la pregunta para nuestros lectores es: ¿Comparte usted el sueño de Don Luis para Puerto Rico?
Este extraordinario puertorriqueño, que murió el 21 de octubre a la edad de 99 años, se ubicó en la encuesta del puertorriqueño más destacado apenas por encima de un prominente puertorriqueño del diamante – y seguro futuro integrante de la Sala de la Fama del béisbol – Iván "Pudge" Rodríguez, el cacher estrella de los Marlins de Florida en el 2003. Muy cercanos a esas dos preferencias de los lectores se ubicó Pedro Rosselló, el ex – Gobernador del Partido Nuevo Progresista durante dos términos y actual candidato para la misma plaza en las elecciones del 2004. Con substancialmente menos votos se ubicó la Gobernadora Sila Calderón y el Comisionado Residente, actual candidato a Gobernador del Partido Popular Democrático, Aníbal Acevedo Vilá.
He aquí los resultados finales de la votación.
| PERSONA |
TODOS LOS VOTOS |
EN EE.UU. |
EN LA ISLA |
| 1. Luis Ferré |
29% (1) |
29% (2) |
29% (1*) |
| 2. Pudge" Rodriguez |
28% (2) |
32% (1) |
19% (3) |
| 3. Pedro Rosselló |
26% (3) |
25% (3) |
29% (1*) |
| 4. Sila Calderon |
11% (4) |
11% (4) |
11% (5) |
| 5. Aníbal Acevedo Vilá |
6% (5) |
3% (5) |
12% (4) |
* Pudge Rodríguez fue el preferido entre los votantes que viven en los Estados Unidos mientras que Luis Ferré y Pedro Rosselló empataron en primer lugar entre los votantes residentes en la isla.
Las virtudes de Luis Ferré en una variedad de campos le confirió su posición en el umbral de "Hombre Renacentista Puertorriqueño". Gonzalo Córdoba, profesor de historia en la Universidad de Puerto Rico, que trabajó con Don Luis durante tres años en que ambos formaron parte de la Junta Directiva de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y el Festival Casals, clarifica esa designación aún más convencido de que "Hijo de Florencia" sería más adecuado para caracterizar el difunto Don Luis. "Desde mi punto de vista, Luis Ferré fue una versión criolla del noble florentino Lorenzo el Magnífico. Igual que esa figura renacentista, combinó su conocimiento de ciencia, comercio y las artes en una vida integrada y, lo que es más importante, hizo que fueran relevantes a las necesidades y preocupaciones del pueblo¨.
Se convirtió en un hombre de gran riqueza, mayormente debido al éxito de la empresa que fundaron él y su hermano, Puerto Rico Cement Company.
Más que ningún otro proponente moderno, Don Luis abogó por la plena integración de Puerto Rico al sistema político de los Estados Unidos, una estructura que aprendió a admirar durante sus años como estudiante en Boston en la década de los 1920. Allí estudió ingeniería mecánica en el prestigioso Massachussets Institute of Technology (MIT) donde obtuvo su grado universitario y luego Maestría. Posteriormente se matriculó en el Conservatorio de Música de New England para desarrollar mayor competencia en lo que fue la pasión de su vida: el piano clásico. Sus amistades comentan que practicaba el piano casi a diario.
En la década de los 1960 se unió a la Corporación MIT como miembro de su Junta de Directores donde recaudó fondos para crear una ¨Sala de Puerto Rico¨ en el edificio de actividades estudiantiles.
Otras obras filantrópicas en su vida redundaron en beneficio de la vida artística e intelectual de su preciada isla. Fundó un magnífico museo de arte en su pueblo oriundo de Ponce donde puso a exposición pública sus eclécticas adquisiciones de pinturas y esculturas. La colección, motivo de admiración de curadores mundiales, registra la expresión creativa de occidente desde la Edad Media al moderno Puerto Rico, incluyendo pinturas de la era victoriana, un género olvidado hasta hace muy poco, pero que Ferré siempre admiró mucho. Una pintura victoriana que él compró unos 40 años atrás llamada "Flaming June" de Lord Leighton, ahora está siendo altamente cotizada por los coleccionistas, algunos de los cuales han ofrecido hasta $10 millones a cambio de poder sacar la obra de arte del Museo de Ponce.
En Ponce también estableció una biblioteca pública y compró un periódico que estaba a punto de fracasar, El Nuevo Día. A la larga llevó las oficinas del periódico a San Juan donde, bajo el actual liderazgo de su hijo, Antonio, se ha convertido en el principal periódico de la isla.
Luis Ferré fue un decidido defensor de Puerto Rico en los círculos oficiales de Washington, así como entre sus muchas amistades y asociados políticos en el Partido Republicano, donde se desempeñó como miembro activo y muy influyente.
En el 2000 se manifestó en torno al tema de Vieques indicando que la frustración e ira que sentían los puertorriqueños en relación al bombardeo accidental que llevó a la larga al retiro de la Marina eran producto, no de sentimientos anti-norteamericanos, sino por sentirse ciudadanos de segunda clase. En un artículo que publicó el Washington Times, escribió, "Los recientes desarrollos en Vieques no son mas que un síntoma del problema del status político de Puerto Rico, un dilema que no puede seguirse ignorando. Los ciudadanos estadounidenses que viven en Vieques han esperado 60 años para lograr que se escuche su voz en torno a este asunto federal de vital importancia".
En momentos de menos tensión, hizo resaltar la contribución a la defensa de la nación por parte de los puertorriqueños en momentos de guerra.
Cuando primero se diseminaron públicamente los planos originales para el monumento a la Segunda Guerra Mundial, actualmente bajo construcción en el Mall de Washington, mostraban 50 columnas de mármol, representando cada uno de los 50 estados de la unión. En una carta enviada a Robert Dole, Presidente del proyecto, Don Luis objetó haciendo notar que la contribución al ese esfuerzo bélico por parte de puertorriqueños y otros territorios de los Estados Unidos estaba siendo ignorados en el diseño. Mas aún, observó que dos de los actuales estados, Alaska y Hawai, eran en ese entonces todavía territorios, así como Guam y las Filipinas, territorios en el Océano Pacífico que se vieron ocupados por Japón. Fue indicio de la humildad de Don Luis – y su estrecha amistad con el ex-Senador Dole – que él nunca dio a la publicidad esa carta. En los próximos planos que se hicieron del monumento, aparecieron 56 columnas, una por cada uno de los 48 estados y los 8 territorios de los Estados Unidos en la década de los años 1940.
Se puede argumentar que Luis Ferré fue uno de los políticos más decididos e influyentes de Puerto Rico en la segunda mitad del siglo XX. 16 años después del establecimiento de la Constitución de Puerto Rico – que él ayudó a redactar – Don Luis fue electo Gobernador, después de intentarlo dos veces antes sin lograrlo. También se desempeñó en la Cámara de Representantes y en el Senado como su Presidente. El período en que ocupó la gobernación en La Fortaleza fue un punto clave en la política moderna de Puerto Rico. El y el Partido Nuevo Progresista (PNP), que él fundó, comenzaron a articular un concepto moderno de estadidad que encontró el apoyo de grupos en el electorado que antes había favorecido autonomía o independencia. Posteriormente, han habido otros dos Gobernadores de afiliación estadista y hoy el PNP cuenta con paridad política frente al previamente dominante Partido Popular Democrático.
Su mensaje de estadidad era claro y simple. Los puertorriqueños, como ciudadanos estadounidenses que son, deben disfrutar de beneficios plenos y compartir las mismas obligaciones que todos los demás estadounidenses. Sin la estadidad, decía, Puerto Rico no es más que una colonia y un jugador de segunda clase en los asuntos federales. A través de los años, Don Luis articuló este punto de vista en muchas ocasiones ante comités del Congreso de los Estados Unidos con ingerencia en legislación que afecta la isla.
Después de recibir la Medalla Presidencial de Libertad en 1991, le comentó a un reportero que interpretaba el mérito conferido como un tributo, no tanto a él sino al pueblo de Puerto Rico, orgullosos y leales ciudadanos estadounidenses, constantemente aportando de manera positiva e importante a la vida nacional.
En una entrevista cuando cumplió 88 años, comentó que estaba "orgulloso de ser ciudadano de la mayor democracia del mundo". Continuó haciendo recuerdo cómo de niño se deleitaba con los relatos de su padre sobre cómo había salido a caballo a las playas de Ponce para darle la bienvenida a las Fuerzas Expedicionarias de los Estados Unidos cuando llegaron para dar comienzo al centenario norteamericano en Puerto Rico. Dijo que su vida había estado dedicada a cumplir con las expectativas de su padre que la llegada de esas tropas significaran más que el fin de la colonización española de la isla, sino que fuera también el comienzo de la plena soberanía puertorriqueña como un estado de los Estados Unidos.
Luis Ferré vivió más de un siglo con ese sueño y cometido. Ayudó a crear un Puerto Rico moderno y sofisticado para poder, en el curso de su vida, disfrutar de plenos derechos entre sus con-ciudadanos estadounidenses como estado de la nación. Se valió de todos los medios a su alcance para lograr ese sueño – educación pública, enriquecimiento cultural, desarrollo económico y poder político – pero se le terminó el tiempo.
El tiempo dirá si se convertirá algún día en realidad la visión del futuro político que él abrigó para Puerto Rico. De ser así, será recordado como alguien que ayudó a que sucediera. Si no ocurre, no será debido a que Luis Antonio Ferré Aguayo dimitiera jamás en sus esfuerzos por lograrlo.
¿Qué piensa usted? ¿Comparte usted el sueño de Don Luis para Puerto Rico como un estado de los Estados Unidos?
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