11 de junio de 2004
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Ronald Wilson Reagan 1911 -- 2004
 El miércoles, los restos del ex Presidente Ronald Reagan regresaron, en medio de una sofocante tarde, a la ciudad de Washington de dónde salió hace 16 años, todavía un hombre vigoroso a fines de sus años 70, después de cumplir con dos términos en la presidencia. A los 69 años, fue el hombre de mayor edad que ha asumido la presidencia de los Estados Unidos.
Su muerte, a los 93 años, fue el resultado de una década de largo deterioro de sus facultades mentales y físicas a raíz de la enfermedad de Alzheimer.
En los momentos en que se emite esta edición del Herald, líderes mundiales, políticos de los Estados Unidos, así como hombres y mujeres que lo admiraron en vida, se encuentran reunidos en la Catedral Nacional de Washington rindiendo sus últimos honores a un hombre cuyo carisma personal e inquebrantables convicciones lo designaron como una singular figura política. Su funeral presidencial es el primero en más de tres décadas en la ciudad de Washington. El último fue el del ex Presidente Lyndon Baines Johnson, el opuesto ideológico de Ronald Reagan.
Durante el período de la presidencia de Reagan se vio el virtual fin de la Unión Soviética a raíz de sus masivas inversiones en defensa y aguerridas iniciativas diplomáticas, comenzando con su apoyo al movimiento de "Solidaridad" polaco, una huelga de trabajadores de muelles que confrontó y, a la larga, hizo caer al gobierno militar de tendencias soviéticas. Lech Walesa, el líder de ese movimiento, llegó a convirtirse en el Presidente de una Polonia domocrática.
Su discurso a la sombra de la muralla de Berlín se convirtió en el símbolo de la oratoria de su presidencia cuando desafió al líder soviético, Michael Gorbachev, a abrir su opresivo sistema de gobierno. El llamado "¡Sr. Gorbachev, derrumbe esta muralla!" se convirtió en el lema de los esfuerzos de Reagan por forzar el fin de lo que él designó como "el imperio del mal".
La Gobernadora de Puerto Rico, Sila Calderón, expresó sus condolencias a la viuda del cuadragésimo Presidente, Nancy Reagan, que fue su esposa durante 52 años y su amorosa guardina durante la última década en que gradualmente fue deteriorando su condición. En una carta a la ex Primera Dama le dijo: "A nombre de los ciudadanos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, reciba por favor nuestro más sincero pésame por la muerte de su estimado esposo. El Presidente Reagan fue un hombre de principios, un visionario y verdadero caballero por quien siempre mantengo el más profundo respeto y admiración".
Los que apoyan la estadidad para Puerto Rico se vieron animados cuando Ronald Reagan anunció su candidatura para la presidencia en 1980. En su anuncio oficial indicó: "Favorezco la estadidad para Puerto Rico y si el pueblo de Puerto Rico vota por la estadidad... como Presidente, daría inicio a un proceso legislativo para convertir eso en una realidad". Pero lo cierto fue que, durante sus 8 años en la Casa Blanca, no hizo mucho para promover las aspiraciones de los que desean ver la estrella de Puerto Rico añadida a la bandera de los Estados Unidos.
Menos de diez semanas después de asumir el poder en su primer término a la presidencia, Reagan recibió un disparo en un intento de asesinato; incidente que engendró enorme simpatía y precupación por su bienestar a nivel nacional. Después de su recuperación, su candidez y falta de reproches por el acto que casi había puesto fin a su vida, en gran medida aumentó su popularidad, lo que desencadenó en un segundo término presidencial en 1984.
Desde su muerte el pasado sábado, el férretro de Ronald Reagan cubierto con la bandera, ha sido visitado por miles de estadounidenses, tanto en la biblioteca que lleva su nombre en Simi Valley, California, como en la rotonda del Capitolio de los Estados Unidos. Este último fue dominado por él mediante su elocuencia y políticas, especialmente entre sus compañeros republicanos y los que recibieron con beneplácito su agenda doméstica conservadora y simple punto de vista del mundo exterior. Muchos líderes mundiales que concurrieron a su funeral hoy encabezan naciones libres que se encontraban bajo el dominio soviético cuando Reagan primero asumió la presidencia.
Al final de las ceremonias fúnebres de hoy, sus restos serán enviados de vuelta a Simi Valley para un entierro privado.
Durante esta semana de conmemoración nacional, la prensa mundial se ha visto invadida con manifestaciones de admiración por los logros de Ronald Reagan y por su vida que abarcó la Gran Depresión de los años 30, la Segunda Guerra Mundial, conflictos armados en Corea y Vietnam, la "Guerra Fría" y la inestabilidad política nacional que provocó el escándalo de Watergate del trigésimo séptimo Presidente, Richard Nixon, un republicano que renunció su puesto al enfrentarse a un seguro procesamiento para deponerlo de la presidencia. Gran parte de la popularidad del Presidente Reagan entre los republicanos fue el papel que desempeñó ayudando a restaurar la reputación del partido de los daños provocados por la arrogancia y mentiras del gobierno de Nixon.
Nacido en Illinois, Reagan seguió la migración hacia el oeste de los años 30 y llegó a California donde se estableció como un exitoso actor y hombre de puntos de vistas políticos liberales, designándose un admirador del Presidente demócrata durante la Guerra, Franklin Delano Roosevelt. Fue elegido Presidente del Sindicato de Actores en los años 50 y fueron los esfuerzos de elementos comunistas de asumir control de esa unión lo que a la larga lo hizo revertir a un punto de vista mucho más conservador del mundo y volcarse en decidido apoyo al ultra conservador y mordaz anti-comunista, el Senador de Arizona, Barry Goldwater.
En 1966 fue electo Gobernador de California y en 1970 re-electo a un segundo término.
Hombre de gran carisma personal y posiciones políticas sin ambigüedad alguna, Ronald Reagan fue siempre designado por sus contemporáneos como un decidido oponente, agradable en sus victorias e inperturbable perdedor en alguno que otro enfrentamiento político interno en Washington. Se referían a él como persistente, optimista y profundamente adverso a todo tipo de interferencia del gobierno en la vida de sus ciudadanos. A la inversa, fue una gran decepción para quienes interpretaron su desmantelamiento de los programas de asistencia social del gobierno que beneficiaban a los menos privilegiados, como una actitud perversa en un país afortunado en su abundancia.
Los líderes de derechos civiles consideraron su agenda a favor de "los derechos de los estados" en el sur como un apoyo implícito a la segregación racial y su crítica de los dictámenes de los tribunales ordenando el transporte en autobús a niños de raza negra a escuelas que antes eran sólo para blancos como un repudio del mandato del Tribunal Supremo de buscar la integración del sistema de educación pública "lo más rápido posible". Por consiguiente, Ronald Reagan contó siempre con muy poco apoyo político entre los votantes afro-norteamericanos y latinos, excepto los cubano-norteamericanos que apoyaron sus políticas anti-comunistas y anti-castristas.
 Debido a su popularidad y carisma personal, críticas a su presidencia han sido mínimas durante este período de duelo y reconocimiento de su vida ejemplar.
Se ha ignorado la nube que cayó sobre su segundo período en la presidencia a raíz del escándalo "Irán-Contra", un esfuerzo por parte de su gobierno de proveer armas a uno de los más intractables enemigos de los Estados Unidos en ese entonces, Irán. La estrategia fue obtener dinero secreto de ese gobierno para financiar un movimiento de resistencia contra el gobierno izquierdista de Nicaragua. El Congreso había puesto fin a esa iniciativa, por lo tanto, los esfuerzos del gobierno de financiar a los Contras fueron medidas ilegales. Además, la comercialización de armas con Irán era "de facto" una violación a la ley.
Reagan obvió un proceso de deposición alegando ignorancia de la bifurcación de fondos y emitiendo una disculpa pública, pero 14 personas en su gobierno fueron acusados por el fiscal general Lawrence E. Walsh y encontrados culpables por violaciones criminales, incluyendo el Secretario de Defensa, Casper Weinberger. Todos fueron condenados, excepto un oficial de la CIA cuyo caso en los tribunales fue anulado por razones de seguridad nacional y dos funcionarios que recibieron perdón antes de los procesamientos en los tribunales por parte del sucesor de Reagan, el Presidente George H.W. Bush. Otras dos convicciones se revocaron mediante apelaciones, mientras que 9 individuos se declararon culpables de toda una gama de actos criminales.
Sin embargo, durante esta semana de duelo, ha sido muy rara la crítica emitida en contra de cuadragésimo Presidente. Fueron sus logros los que enunciaron tanto sus aliados como sus rivales políticos. Tal vez el homenaje más conmovedor fue el formulado por la Sra. Nancy Reagan, cuya entrevista a la revista Time fue publicada el lunes después de la muerte de su esposo. Se refirió a él como "un hombre de fuertes principios e integridad. Creo que rompieron el molde cuando hicieron a Ronnie".
Esta semana los lectores del Herald tendrán la oportunidad de evaluar el legado de Ronald Reagan como una figura de la historia política del siglo XX en los Estados Unidos.
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