Los políticos: ¿qué quiere que hagan?
Hace doce meses los lectores del Herald respondieron a esa pregunta.
En ese entonces el Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá se había anunciado como el candidato a Gobernador del Partido Popular Democrático (PPD) después de un enfrentamiento con la actual y saliente Gobernadora Sila Calderón, que parecía preferir a cualquiera menos a él. En el Partido Nuevo Progresista (PNP) de la oposición el ex-Gobernador Pedro Rosselló todavía se encontraba en pugna con el entonces Presidente del Partido, Carlos Pesquera, que luego descartó en una contienda de primarias en noviembre, mientras que el eterno candidato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, ya había anunciado su candidatura nuevamente bajo su partido para Gobernador en las elecciones del 2004.
Así que hoy, la lucha por La Fortaleza la dominan los dos partidos principales, con el PIP pisándole los talones a ambos líderes cada vez que surge la oportunidad de hacerlo.
Hasta la fecha, la discusión de temas importantes ha quedado relegada a los ataques a la reputación de Rosselló y críticas al gobierno de Calderón. Sus rivales han tratado de vincular al ex-Gobernador a las convicciones de corrupción de algunos de sus asociados, pero esos alegatos no han mermado su posición de delantera. El caso civil en los tribunales mediante el cual se trató de descalificarlo de la contienda basándose en requisitos de residencia fue descartado; a pesar de que todavía hay decididos rivales que quieren llevar el caso ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Acusaciones de alegadas declaraciones de impuestos inapropiadas y horas de servicio público ficticias para añadir a sus créditos de retiro lo han mantenido a la defensiva, pero no han afectado su popularidad. La mayoría de las encuestas lo muestran a la delantera del candidato del PPD Acevedo Vilá por un margen de por lo menos 5 puntos, en algunas ese margen ha sido de hasta 12 puntos.
A él le favorece, y al candidato del PPD le afecta adversamente, la percepción de ineptitud del gobierno de Calderón. Una encuesta reciente del Herald preguntó a los lectores que dieran una "nota final" a la actual Gobernadora por su labor en la posición. 71% de los participantes en la encuesta la consideraron "un fracaso". Para una Gobernadora que inició su término con un alto grado de popularidad y aprobación, su caída ha sido dramática. Acevedo Vilá está tratando de desvincularse de ese récord, pero le resulta progresivamente más difícil esconderse de los votantes, especialmente si se toma en cuenta que él fue uno de los principales protagonistas de este gobierno del PPD.
El año pasado, los lectores de esta página evaluaron el status político como la categoría de problemas más urgente que los políticos necesitan atender para beneficio del pueblo de Puerto Rico. 35% de los participantes ubicó este punto a la cabeza de su lista de prioridades y la tendencia fue aproximadamente la misma entre los participantes residentes en la isla y los residentes en los Estados Unidos. Los votantes boricuas ubicaron la economía y empleos con una prioridad levemente mayor que la cuestión del status, y en general, este tema económico se ubicó en segundo lugar con un 27%. El crimen y la seguridad, con 23%, se ubicó en tercer lugar en el orden de prioridades entre todos los votantes en ambos lados del Atlántico, con servicios sociales tales como cuidado de salud y educación, con 10%, y proyectos de infraestructura, con 5%.
Como encuestas previas en los Temas Candentes, así como otras encuestas de investigación de opinión pública han mostrado que los puertorriqueños relacionan las opciones de status político a sus aspiraciones de crecimiento económico para la isla, no es un desatino concluir que la encuesta del 5 de septiembre del 2003 reflejó un importante grado de preocupación entre los puertorriqueños por una economía que no está rindiendo debidamente. Cuando eso se combina con los dos temas principales de interés entre el público el status politíco y la economía y empleos 62% de los participantes parecen haber estado buscando estrategias politícas para mejorar la economía de la isla y crear más empleos.
Tomando en cuenta que existe una emigración neta de la isla a los centros de empleos en los Estados Unidos y que esa tendencia está aumentando, parece claro que no ha ocurrido mucho para mejorar el rendimiento económico. En su campaña por la gobernación, Calderón prometió crear 100,000 empleos en la isla durante su término gubernatorial, pero no se ha ni siquiera acercado a ese total, incluso cuando se toman en cuenta sus propios cálculos. Los críticos del Partido Nuevo Progresista la acusan de exagerar los totales de empleos creados y ponen de manifiesto que el número de empleos perdidos anula cualquier cantidad creada de nuevos. Su gobierno continúa con la esperanza de la creación de empleos mediante exenciones contributivas federales para los inversionistas estadounidenses que establezcan operaciones en la isla, pero el Congreso de los Estados Unidos no parece estar en disposición alguna de continuar "un seguro social para corporaciones" y ha constantemente rechazado los esfuerzos del Comisionado Residente Acevedo Vilá y los cabilderos en Washington para incluir esa política a los proyectos de leyes tributarias.
En cuanto al status político, los tres candidatos gubernatoriales mantienen las mismas ideas que promovieron el año pasado que servirían para romper el estrangulamiento a cambios que los políticos de la isla consistentemente ejercen en busca de las predicciones de los votantes.
El Partido Nuevo Progresista está pidiendo un plebiscito en el próximo término para que los votantes respondan "Sí" o "No" a la pregunta: "¿Quiere que el Congreso de los Estados Unidos presente a los votantes puertorriqueños con opciones de status que no sean territoriales (o en otras palabras, que no sean coloniales)?" Si la respuesta de la mayoría es afirmativa, Pedro Rosselló entonces procedería a movilizar sus tropas en favor de la estadidad para cabildear en Washington por un plebiscito que ofrezca esa opción, así como independencia e independencia con asociación libre. El status quo del Estado Libre Asociado se eliminaría.
El PPD propone la formación de una asamblea constituyente comprendida de representantes que abogan por los distintas ideologías de status político para la isla con el fin de llegar a una posición de "consenso" del status ideal. Después que ese modelo sea aprobado por los votantes en la isla, se enviaría al Congreso en calidad de petición. Durante su gobierno, la Gobernadora Calderón ha tratado de organizar ese órgano de consulta pero la propuesta ha sido rechazada por los estadistas que lo consideran una artimaña para retardar toda consideración seria de un status político permanente para la isla al mantener el proceso bajo el control del establecimiento político.
El PIP, como siempre, debate los detalles de las distintas propuestas, con la esperanza de poder modificar cualquier movimiento viable de status desde su posición marginada.
La verdadera energía en la cuestión de status ha pasado de San Juan a dos ciudades principales de los Estados Unidos, Boston y Nueva York. Delegaciones de puertorriqueños a las convenciones de los demócratas y republicanos han estado ocupados tratando de influenciar las plataformas de los partidos y los políticos de peso pesado a nivel nacional en lo que respecta su posición sobre el futuro de Puerto Rico. Los analistas neutrales ven a ambos partidos redactando plataformas con terminología que favorece un proceso de auto-determinación para Puerto Rico pero de tal manera que no antagonice a los votantes puertorriqueños que viven en los Estados Unidos mediante una fuerte opinión en favor o en contra de cualquier opción particular de status.
Como nadie en Puerto Rico puede votar en las elecciones presidenciales, ambas campañas han esencialmente descartado a los 3.9 millones de ciudadanos estadounidenses residentes en la isla. En juego están las comunidades puertorriqueñas en los Estados Unidos, especialmente en Florida, uno de los "estados campos de batalla".
Ha habido un movimiento en torno al asunto relacionado con el crimen desde el año pasado pero esto ha ido empeorando. Desde enero de este año, la tasa de crimen ha aumentado 11% en comparación con el mismo período en el 2003. Dentro de ese porcentaje, la tasa de asesinatos en Puerto Rico se ha casi triplicado en comparación con el promedio nacional en los Estados Unidos. Desde enero hasta que la Gobernadora Calderón pidió la ayuda de la Guardia Nacional para controlar los caseríos en julio, habían ocurrido 30 muertes más que durante el mismo plazo el año pasado. El FBI considera a la isla la capital de asesinatos per cápita de los Estados Unidos.
A pesar de que se opuso al uso de la Guardia Nacional por parte de Pedro Rosselló y se resistió a usarla durante su término de gobernación, Calderón finalmente cedió a la presión popular y de los candidatos del PPD buscando ser electos en noviembre. En la encuesta del Herald que se acaba de concluir, la mayoría de los participantes residentes en los Estados Unidos indicaron que consideran que su acción "fue acertada". En contraste, el punto de vista de los lectores residentes en la isla fue justamente la opuesta. Sólo un 25% de los participantes en la encuesta residentes en la isla consideraron que el llamado a la Guardia Nacional había sido una "movida acertada", mientras que un impresionante 65% no están de acuerdo con el uso de los militares para labores policíacas. 10% de los participantes residentes en la isla no expresaron opinión alguna.
A pesar de que han habido propuestas en torno a los asuntos relacionados con el cuidado de salud y reformas de educación, sólo unos pocos programas abarcadores han surgido que parean las aspiraciones con los fondos disponibles. Eso está propenso a ser el mayor desafío para los aspirantes políticos, ya que la isla cuenta con un creciente déficit y más de la mitad de la isla se encuentra por debajo del índice de pobreza, de modo que las necesidades humanas exceden los recursos financieros.
Los políticos necesitan tomar decisiones. ¿Qué opciones quiere verles tomar?
Esta semana, valiéndonos de la misma lista de opciones que se ofrecieron en la encuesta de septiembre del 2003, el lector podrá nuevamente decirle a los candidatos lo que considera que es el asunto más importante que hay que atender.
Estimado candidato, me preocupa más el siguiente asunto: